Jugó en el Cimeba y en la CBA  

Julián Aguilar M.

                                                                     Fotografía: cortesía

La historia de Andy Olivares pudiera ser similar a la de muchos basquetbolistas mexicoamericanos, pero tiene algunas particularidades que la hacen diferente. Andy nació el 12 de julio de 1967 en Los Ángeles, California, hijo de padres mexicanos. Sin embargo, él adoptó la ciudadanía mexicana, a diferencia de otros jugadores que nacen en Estados Unidos. El ex jugador reconoció que comenzó a practicar el baloncesto cuando cursaba el primer año de preparatoria, una edad muy tardía para la mayoría de jugadores. Debido a su desenvolvimiento y calidad en la duela, le llegaron ofertas de becas de varios colegios. En Cipres Junior College destacó de manera importante a nivel nacional. Posteriormente, se uniría a los Troyanos de la Universidad del Sur de California (USC), que forman parte de la conferencia Pac-10.

Como era de esperarse, Andy Olivares destacó como armador en los Troyanos. Parecía que Andy estaba muy cerca de la NBA, pero problemas con su entrenador, hicieron que sus números bajaran considerablemente. Pasó de 32 a 16 puntos por juego. Al no ser seleccionado en el Draft de la NBA, se presentó como agente libre. Aunque tuvo una gira de exhibición con los Mavericks de Dallas, no pudo quedarse en el equipo texano. Al no tener cabida en la mejor liga de baloncesto del mundo, jugó en Puerto Rico, Portugal y México. Al llegar a México, se incorporó a los Aztecas, teniendo como compañeros a Edwin Pellot, Ricky Brown, entre otros jugadores. Ellos eran comandados por el estratega Joe Betancourt. Andy Olivares estuvo varias temporadas a buen nivel en el extinto Circuito Mexicano de Basquetbol (Cimeba).

Asimismo, se enroló a la selección mexicana en busca de un boleto para los Juegos Olímpicos de Barcelona. En la selección tuvo como compañeros a Enrique González, Toñito Reyes, Óscar Castellanos, José Luis Satanás Arroyos, Roberto González, entre otros. Se pensó que podían obtener un boleto para las Olimpiadas del 92, pero vendría la primera sorpresa. Andy, mejor conocido como el Halcón, fue excluido de la selección por fallas administrativas. En su momento, se dijo que se debió a un trámite extemporáneo ante la Secretaría de Gobernación, otros aludieron dolo por parte del departamento jurídico de la Conade. A la distancia, todavía es un misterio lo que pasó con el basquetbolista. Sin Andy Olivares, la selección mexicana tuvo un récord negativo en el Preolímpico de Portland. Sus puntos y asistencias hicieron falta en la eliminatoria. En 1994, Andy se enroló al equipo México City Aztecas, de la Continental Basketball Association (CBA). En esos momentos, la CBA era la antesala para llegar a la NBA, por lo que era una buena oportunidad para Olivares. Además, Andy era el único jugador de origen mexicano en el equipo. El Palacio de los deportes registró buenas entradas en los juegos de los Aztecas. La afición mexicana apoyó en todo momento al club, en especial a Andy. Sin embargo, Aztecas sólo permaneció una temporada en México, posteriormente se llevaron la franquicia a San Diego. Poco se supo después de Andy Olivares. Tras haber finalizado su carrera como jugador, se interesó en ser entrenador. Durante un periodo fue auxiliar técnico en la Universidad de Temple. En el 2015, estuvo cerca de dirigir a Correcaminos de la UAT en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP). Quizás, un poco de suerte, faltó para que Andy Olivares brillara completamente en el competitivo mundo del basquetbol.